22 de mayo de 2009

Hablo por boca de otros

No intentes enterrar el dolor : se extenderá a través de la tierra, bajo tus pies; se filtrará en el agua que hayas de beber y te envenenará la sangre.
Las heridas se cierran, pero siempre quedan cicatrizes mas o menos visibles que volverán a molestar cuando cambie el tiempo, recordándote en la piel su existencia, y con ella el golpe que las originó. Y el recuerdo del golpe afectará a decisiones futuras , creará miedos inútiles y tristezas arrastradas, y tú crecerás como una criatura apagada y cobarde.
¿Para qué intentar huir y dejar atrás la ciudad donde caíste? ¿Por la vana esperanza de que en otro lugar, en un clima más benigno, ya no te dolerán las cicatrices y beberás un agua más limpia?
A tu alrededor se alzarán las mismas ruinas de tu vida, porque allá donde vayas llevarás a la ciudad contigo. No hay tierra nueva ni mar nuevo, la vida que has malogrado malograda queda en cualquier parte del mundo. Tengo veintidós años, y hablo por boca de otros...

1 comentario:

  1. Quizá por eso tenemos memoria...
    para aprender de los errores o como la mayoria de las veces volver a caer en los mismos...
    pero siempre con la capacidad de levantarse y tirar para delante, porque lo recuerdos y las cicatrices duelen si... pero me gusta pensar que eso significa que seguimos vivos

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