20 de mayo de 2009

Luz u oscuridad?

El carburante del Universo, de la Vida, es la felicidad (el amor). La Vida solo desea que seamos felices, ver como nos autorizamos gozar con ella y por ello, nos guía hacia las situaciones y relaciones que más nos convienen. El obstáculo nunca viene con intenciones enemigas sino todo lo contrario, él es una de las puertas abiertas sobre los cambios necesarios e implícitamente, muchas veces, deseados. El problema, el infierno, reside en el único hecho de que nos damos la espalda a nosotros mismos, a la vida. De bebés tenemos muy claro que somos seres maravillosos y perfectos pero según vamos creciendo somos bombardeados con mensajes que disminuyen esa evidencia. Nuestra valía empieza a caer: no lo hacemos lo bastante bien, no somos lo bastante buenos, no somos lo bastante altos, delgados, guapos, inteligentes, atractivos,…y terminamos haciendo nuestras estas opiniones externas y creyendo que no somos merecedores de la felicidad. Así es como empezamos a olvidarnos de quienes somos y que hemos venido a hacer a esta vida. Nos damos la espalda. En la mayoría de los casos hacemos lo que se espera de nosotros para ser amados y reconocidos. Lo que queríamos realmente ya no importa. Con el tiempo no nos olvidamos, pero casi, de lo que nos gusta y nos hace felices. Nos olvidamos de qué es aquello que nos haría sentir vivos, plenos, felices. Estamos muertos en vida. Nos sentimos vacíos. ¿En que tipo de motor nos hemos convertido frente al universo, de los dos cual es el sentimiento que estamos expandiendo, la luz (el amor) o la oscuridad (el miedo)?

1 comentario:

  1. OoOoLE!!! Que bonico hijo!!!! Yo no lo hubiera dicho mejor!! Si no te conociera diria que eres un JIPI!!!! :)
    Mu bonico... mancantao!

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