- ¿Por qué estas corriendo? – Pregunto.
- Porque mañana debo levantarme temprano y quiero dormir un poco más. –Respondes.
- Si querías dormir un poco más, ¿Por qué no regresaste a casa más temprano?
- Porque quise pasar más tiempo con mis amigos. Y no me importa tanto desvelarme si creo que vale la pena. – Pareces enfadado.
- Entonces, ¿Por qué estas corriendo?
- Porque estoy huyendo de un recuerdo.
- ¿El recuerdo de quien?
- Ya sabes de quien estoy hablando.
- Lo sé, tu conoces mis preguntas antes de que las formule y yo se de tus excusas antes de que las compartas conmigo. Anda se amable, charlemos como dos buenos amigos.
- … - No respondes sin embargo te relajas un poco.
- ¿Piensas en ella? – Pregunto bajando el tono de voz.
- Sí, todos los días que pasan. Sin excepción.
- ¿La extrañas?
- Mucho, me hace falta su compañía.
- ¿Por qué ya no le hablas?
- Buscamos algo diferente, ella desea mi amistad y yo deseo su amor.
- Es difícil vivir una situación así. Me imagino que por eso decidiste alejarte. Si tu no obtienes lo que quieres ella tampoco lo debe obtener. – Mi comentario se escucha un poco frío.
- No es así, la quiero sobre todas las cosas. Y lo mejor que puedo hacer por ella es dejarla ir.
- Pero aún corres. – Insisto.
- Aún esta conmigo. Su fantasma me persigue y atormenta. Abro el libro de mi vida y al leerlo aún en los momentos más alegres que compartimos termino llorando o evadiendo a la a la realidad perdiéndome en el abismo de mi soledad. – Te observo y realmente se que te afecta lo que esta pasando.
- Es algo muy triste y doloroso.
- Sí, más cuando se que ya no esta.
- Quizá nunca estuvo.
- Sin embargo, me duele, me duele mucho.
- ¿Por qué no la dejas ir?
- Es lo único que tengo de ella. No quiero perderla, el dolor mantiene viva su imagen.
- Déjala ir.
- No.
- ¿No acabas de decir que te duele mucho estar así?, ¿Por qué quieres seguir sufriendo?
- Quizá aún no me duele lo suficiente.
- Ella no regresará. Lo sabes y lo sé. – Te comprendo, estamos pasando por lo mismo.
- …
- Entonces, ¿Por qué estas corriendo? – Vuelvo a mi pregunta inicial cambiando la intención de mi pregunta.
- Porque estoy buscando
- ¿Que estas buscando?
- Una razón.
- ¿Una razón para que?
- Una razón para seguir viviendo sin ella. – Callamos y nos concentramos en el camino.
- Me gustó el licor de jamaica que probamos en la casa de nuestros amigos.
- … - Sonríes y sigues conduciendo.
Porque a todos nos paso esto en algun momento de nuestras vidas
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