2 de marzo de 2011

Me llaman payaso

Me llaman payaso. Tengo la más alta estima por los humoristas. El oficio de payaso es uno noble y, sin embargo, menospreciado. El hombre se pinta la cara y se pone unos zapatos desmesuradamente grandes para hacer reír a los tristes, a los niños, a los que se habían olvidado de reír. Nada es más arduo que hacer reír a la gente en estos tiempos contrariados. Es ciertamente más difícil que escupir diatribas y proferir insultos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario