2 de marzo de 2011

Me llaman homosexual en el armario

Me llaman homosexual en el armario. Me llaman bisexual promiscuo. Me llaman heterosexual que posa de bisexual para ganar dinero. Probablemente soy todas esas cosas y ninguna de ellas. La verdad es que no sé bien lo que soy en el territorio pantanoso e impredecible del deseo. En todo caso, el asunto me parece de una importancia menor, baladí. Lo que una persona adulta hace con sus genitales resulta más o menos irrelevante, siempre que no le haga daño a nadie. Las preferencias sexuales no definen la esencia de una persona. Lo que define su esencia, su identidad, su carácter, el valor de su obra, es lo que lleva en la cabeza y en el corazón, no lo que lleva entre las piernas. Por lo demás, he aprendido que las mujeres son en promedio más inteligentes que los hombres y ciertamente más nobles y leales y menos cobardes para resistir el dolor...

1 comentario:

  1. Acabas de redefinir a nuestra generación: "La generación sin armario"

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