15 de junio de 2010

El arquitecto

¿Quién eres?


Arquitecto: Yo soy el arquitecto, soy el creador de Matrix, te estaba esperando. Tienes muchas preguntas y, aunque el proceso ha alterado tu conciencia, sigues siendo indefectiblemente humano, ergo habrá respuestas que comprendas y otras que no. De igual modo, aunque tu primera pregunta tal vez sea la más pertinente, es posible de que seas consciente de que también es la más irrelevante.


¿Por qué estoy aquí?


Arquitecto: Tu vida sólo es la suma del resto de una ecuación no balanceada connatural a la programación de Matrix, eres el producto eventual de una anomalía que a pesar de mis denodados esfuerzos no he sido capaz de suprimir de esta armonía de precisión matemática. Aunque sigue siendo una incomodidad que evito con frecuencia es previsible y no escapa a unas medidas de control que te han conducido inexorablemente hasta aquí.


No ha respondido a mi pregunta.


Arquitecto: Muy cierto, interesante, eres más rápido que los otros.


¿Los otros?


Arquitecto:"Exacto, como sin duda estarás deduciendo la anomalía es sistemática y por eso crea fluctuaciones hasta en las ecuaciones más simplistas"
Matrix es más antigua de lo que crees, yo prefiero datarlo desde que aparece una anomalía integral hasta que surge la siguiente, en cuyo caso esta sería la sexta versión.


Solo hay dos explicaciones posibles: o nadie me lo dijo o es que nadie lo sabe.


Arquitecto: Exacto, como sin duda estarás deduciendo la anomalía es sistemática y por eso crea fluctuaciones hasta en las ecuaciones más simplistas.


Elección, el problema es la elección.


Arquitecto: El primer Matrix que diseñé era casi perfecto, una obra de arte, preciso, sublime, un éxito sólo equiparable a su monumental fallo. Su ineluctable fracaso se me antoja ahora como una consecuencia de imperfección inherente a todos los humanos, por eso lo rediseñé y lo basé en vuestra historia para reflejar con exactitud las extravagancias de vuestra naturaleza. A pesar de ello tuve que afrontar otro fracaso; entonces comprendí que la respuesta se me escapaba porque requería una mente inferior o por lo menos no tan limitada por los parámetros de la perfección. Quien dio con la respuesta de un modo fortuito fue otro programa intuitivo que yo había creado en principio para investigar ciertos aspectos de la psique humana. Si yo soy el padre de Matrix, ella es sin duda alguna su madre.




El oráculo


Arquitecto: Por favor... como decía descubrió una solución según la cual el 99% de los individuos aceptaba el programa mientras pudieran elegir aunque únicamente lo percibieran en un nivel casi inconsciente. Aunque esta solución funcionó, presentaba un importante defecto de base con lo cual generaba un contradictoria anomalía sistemática que, de no regularse, podría poner en peligro el propio sistema. Ergo si no se regulaba a aquellos que rechazaban el programa, aunque fueran una minoría, constituirían una creciente probabilidad de desastre.


Se está refiriendo a Sión.


Arquitecto: Has venido aquí porque Sión esta a punto de ser destruida, todos sus habitantes serán exterminados y se erradicará toda señal de vida.


¡Bobadas!


Arquitecto: La negación es la respuesta humana más predecible, pero estate tranquilo: con esta serán seis las ocasiones que la hemos destruido y nos hemos vuelto extremadamente eficientes en esa tarea. Tu función como Elegido es volver a la fuente para hacer una diseminación temporal del código que transportas y reintroducirlo en el programa principal, después se te pedirá que elijas en Matrix a los veintitrés individuos, dieciséis mujeres y siete hombres, que reconstruirán Sión. Si no se completara este proceso se produciría un error catastrófico en el sistema que aniquilaría a los que están conectados a Matrix, lo que unido a la exterminación de Sión nos llevaría en última instancia a la extinción de toda la especie humana.


No puede permitir que eso ocurra, necesita a los humanos para vivir.


Arquitecto:Hay niveles de supervivencia que estamos dispuestos a aceptar, no obstante lo relevante aquí es si estás dispuesto a asumir la responsabilidad de la muerte de los seres humanos de este mundo. Es interesante ver tus reacciones, tus cinco predecesores poseían deliberadamente tus mismos principios, unas atribuciones destinadas a generar un estrecho vínculo con el resto de sus congéneres, lo que facilitaba la función del elegido. Mientras que los otros lo sentían de un modo muy general, tu estás experimentando una sensación mucho más íntima de amor.


Trinity.


Arquitecto: Por cierto, ha entrado en Matrix para salvar tu vida a costa de la suya.


¡No!


Arquitecto: Lo que nos lleva por fin al momento de la verdad en el que se manifiesta ese fundamental defecto de base y se revela la anomalía al mismo tiempo como principio y como fin. Hay dos puertas: la de la derecha te lleva a la fuente y a la salvación de Sión; la de la izquierda te lleva a Matrix, a Trinity y a la extinción de tu especie. Como bien has dicho, el problema es la elección, pero ambos ya sabemos qué vas a hacer, ¿verdad? Puedo notar ese proceso en cadena, esas reacciones químicas que provocan la aparición de una emoción diseñada específicamente para escapar a toda lógica, una emoción que ya te está impidiendo ver la verdad más obvia y sencilla: esa chica va a morir y tu no podrás hacer nada para impedirlo. La esperanza: la quintaesencia del engaño humano que es al tiempo la fuente de vuestro mayor poder y de vuestra mayor debilidad.


Yo que usted, esperaría no volver a vernos.


Arquitecto: Y así será.

1 comentario:

  1. Genial!

    Nunca valoraré un dialogo en un film tanto como este. Siempre recordaré el estreno de Reloaded y su filosofía.

    Fue fasciante! Buen blog!

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