1 de septiembre de 2009

Naci en un dia azul...

Por ejemplo, cada mañana, para
desayunar, como exactamente 45 gramos de copos de avena;
peso el tazón con una báscula electrónica para asegurarme. A
continuación cuento el número de prendas de vestir que
me pondré antes de salir de casa. Siento ansiedad si no
puedo beber mis tazas de té todos los días a la misma hora.
Cuando me estreso demasiado y no puedo respirar bien, cierro
los ojos y cuento. Pensar en números me ayuda a calmarme.
Los números son mis amigos y siempre han estado cerca
de mí. Cada uno de ellos es único y cuenta con su propia
«personalidad». El 11 es simpático y el 5 es chillón,
mientras que el 4 es tímido y tranquilo. Es mi número favorito,
me recuerda a mí mismo. Algunos son grandes –23,
667, 1179–, mientras que otros son pequeños: 6, 13, 581.
Algunos son preciosos, como 333, y otros feos, como 289.
Para mí, cada número es especial.
Vaya donde vaya o haga lo que haga, los números nunca
están muy lejos de mi pensamiento.

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