Cada día es una presión constante. Casi no podría describirlo.
Porque viene de todos lados y de ninguno a la vez.
Porque es por mí, y por todo.
Aunque tú no estés de acuerdo conmigo...
Pero una simple palabra, una de esas palabras que intento evitar, ayudan.
Y un cruce de palabras, por simple que sea, me alivia y hace que vea todo desde una perspectiva más optimista.
Ahora es cuando me siento más estúpido que nunca
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