2 de noviembre de 2010

Muchas veces necesitamos escucharlo, otras veces no importa, el daño está hecho, no se puede volver atrás. No siempre se puede reconstruir mediante el perdón el dolor causado, la confianza deshecha en mil pedazos, las heridas infringidas. A menudo suele llegar demasiado tarde.


Primero necesitas tiempo para identificar el daño, intentar repararlo en la medida de lo posible y esperar que pase la oleada inicial de inmensa decepción y tristeza. Después sólo queda la posibilidad del perdón. Sólo.....




"Claro que te perdono. Pero no sólo lo hago por ti ni por el cariño que todavía prevalece por encima del dolor, lo hago por mí. Necesito perdonarte por muchas cosas. Para que el dolor no se acumule y acabe convirtiéndose en una rabia que me desborde. Para no sufrir más por el dolor causado. Para no sentir que nada valió la pena. Para no pensar que fui un peón más de un juego en el que jamás quise participar. Para poder librarme de lo que me pesa de ti, de la misma forma que te libero de mí. Necesito perdonarte para no acumular más fantasmas, para librarme del pasado de una vez por todas y poder seguir mi presente sin el peso de lo ocurrido. "
Dicen que se perdona pero no se olvida. Si se pudiera olvidar todo sería más fácil, pero no es así, y la memoria sigue conservando infinitos ángulos.


El perdón se ha convertido en un mecanismo de curación, esa fórmula que nos permite no guardar rencor y nos posibilita seguir nuestro camino sin arrastrar heridas sin cicatrizar. Es una necesidad para no sentirnos atados eternamente al dolor causado por otros.


Perdonar en ningún caso quita responsabilidad ni justifica ningún acto. Pero es que la culpa nunca ha servido de nada, ni la de otros, ni la mía.


Así que como muchísimas veces me he sentido mal por no haber sido más listo, por no haberlo visto venir antes, por haber pecado de ingenuo, por haber confiado más de la cuenta, por ser responsable (in)directo del daño.....


....hoy he decidido perdonarme a mí.




Yo ya me he perdonado, ¿y tú? ¿te perdonas? ¿Me perdonas?

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