1 de julio de 2010

Soy un Cyborg

Si digo que el director de esta película es Park Chan-wook el 95% de los que me están leyendo no tendrán ni idea de quién hablo. Si digo que es el mismo director que se encargó de "la trilogía de la venganza", cuyo estandarte es Old Boy, un porcentaje aceptable ya sabrán de quién estoy hablando, el resto habrá dejado de leer tras comprobar que hablo de cine asiático... a todos los que se han quedado debo aclararles una cosa, en Soy un Cyborg no tenemos ningún tipo de retorcida venganza, sólo un centro psiquiátrico lleno de locos... ejem.


Soy un Cyborg es una fábula en la que los sueños y los anhelos de los protagonistas cobran vida, proporcionando a la cinta de manera inmediata la etiqueta de rareza. La historia, en su gran mayoría, está contada desde el punto de vista de los pacientes, razón por la cual la fantasía y el surrealismo se apoderan de la trama con frecuencia, dejando al espectador como mínimo boquiabierto. Algunos dicen que es una 'pasada de rosca' del director, Amelie también era rara y mirad donde llegó...

Vamos con el elenco, en el lugar más destacado tenemos a la pareja protagonista, Young-goon (Lim Su-yeong) e Il-sun (Rain), ambos actores realizan un trabajo espléndido, he quedado gratamente sorprendido con ambos, no hay un solo momento en el que puedas dudar de la locura de sus personajes. La primera cree que es un cyborg, por suerte para nosotros tiene bastante más expresividad que un terminator, el segundo, bueno, aparte de tener un obsesión enfermiza con la higiene bucal, es un ladrón, pero un ladrón muy original, ya entenderéis por qué. El resto de secundarios está a la altura, la familia de Young-goon... buf, menudo cuadro, aún tengo dudas sobre quién debería ser considerado loco, en cuanto a los médicos del centro, la verdad es que tienen muy poca presencia, pero cuando aparecen es difícil olvidarlos. Aunque lo mejorcito en este apartado lo encontramos en el resto de pacientes, todos tienen algún trastorno que los hace especiales por la peculiaridad de los mismos, uno de mis favoritos es aquel que cree que todo lo que ocurre a su alrededor es culpa suya... Respecto a la banda sonora, poco que decir que no sea hablar de su perfección, su compositor es Jo Yeong-wook, un habitual en el cine koreano, al principio recuerda un poco a Danny Elfman, pero poco a poco, entre temas clásicos a piano o sintonías que parecen sacadas de la serie Frasier, llega el vals que hará las delicias de cualquier amante de la música.



En fin, un título con la vitola de "ida de olla" que muchos no entienden o que no quieren intentar entender. A mí personalmente me ha encantado, todo me parece perfecto, aunque he de admitir que el final es un poco desconcertante. Un cuento lleno de fantasía con una historia llena de momentos tan increíbles como divertidos, no te dejará indiferente, quizás con el culo torcido, pero nunca indiferente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario