Una relación normal y sana entre dos personas es aquella que es complementaria, donde se produce un intercambio de valores. En cambio, la principal intención de los vampiros es aprovecharse de los demás. Dichas personas no son realmente felices ya que su felicidad depende en muchos casos de la infelicidad de que los rodean.
Son sujetos con muchos celos, son envidiosos que ven en los demás aspectos y aspectos de los que ellos carecen. El que estén a gusto consigo mismos depende de que los que demás no lo estén. Quieren tener el funcionamiento de la relación bajo su control absoluto, lo que provoca una enorme inseguridad al resto.
En la primera impresión que uno tiene de ellos parecen mejores que las personas corrientes. Son brillantes, encantadores, caen bien, despiertan confianza, uno espera de ellos más que de otras personas.
Esto resulta toda una paradoja, uno espera más y recibe menos y al final termina siendo capturado por el vampiro.
La víctima propiciatoria puede ser de dos tipos: o bien personas débiles de carácter que no pueden ver al susodicho sufrir, o bien personas que desprenden mucha energía positiva y que ofrecen su ayuda sin esperar reciprocidad.
En cualquier caso, estos dos tipos de caracteres son un desafío muy fuerte para el vampiro emocional. Si logra atrapar a la víctima, ésta no descansará, se le pegará como una lapa, sin darse cuenta la víctima lo invita a entrar en su vida y él se instalará alegremente como un parásito, aprovechándose de la energía de la víctima. Querrá que ésta sea su confidente, su salvador y su todo y tarde o temprano advertirá que ha cargado con un peso insoportable.
La víctima se da cuenta del error, cuando el vampiro ha desaparecido, dejándola vacía, al igual que su cartera o, quizá, el corazón roto. Aún entonces la víctima se pregunta... ¿Será el o yo? Son ellos. Vampiros emocionales
Los vampiros se rigen por reglas completamente diferentes. No son justos, pero sí bastante consistentes.
La víctima es para el vampiro tan solo un “alimento emocional”. , necesita alimentarse de su energía, sin entregar nada a cambio, esta necesidad es superior a cualquier otra. Por ello necesita tener un control total y absoluto de su presa, tiene miedo a perderla, porque sin ella no es nadie. Mientras, la víctima ignorante, traduce esta dependencia de su agresor en sentimientos y emociones
Carecen de percepción para ver sus errores. Es difícil que realicen cambios reales de su comportamiento.
Obtienen poder de los secretos. En el trato con ellos hay que cuidarse de las informaciones que puedan compartir
Les falta integridad. Tienen muy poca idea de quién o qué son en realidad
Los Vampiros Emocionales a menudo provocan reacciones poderosas e inmediatas, tanto positivas como negativas.
Utilizan la comunicación hipnótica a fin de obtener lo que quieren
Algunas señales de la hipnosis que producen
La víctima se desvía del procedimiento estándar, se desvía de su manera habitual de hacer las cosas.
La víctima piensa en Superlativos (ya sea del tipo mejor o más prometedor o bien peor o mas irritante).” Si un trato parece demasiado bueno para ser verdad, lo es".
La víctima nota una comunicación instantánea
Una vez desenmascarado, para el vampiro el juego habrá terminado, abandonará a la víctima, la odiará y la reemplazará inmediatamente por otra víctima, sin ningún tipo de remordimientos. Pero pasado un tiempo volverá con sus tácticas habituales implorando unas migajas de energía.
"Mis necesidades son más importantes que las tuyas"
Operan con el egoísmo de los depredadores y de los niños.
Si las necesidades de la víctima coinciden con las de ellos, los Vampiros Emocionales pueden ser trabajadores entusiastas, compañeros cariñosos y buena compañía en general. Pero todo cambia cuando las necesidades de su víctima entran en conflicto con las de él. Ahí es cuando sacan los colmillos.
"Las reglas se aplican a otras personas, no a mí"
Creen que tienen derecho a sacar ventaja de no regirse por las reglas que siguen otras personas. Se saltan los turnos, no esperan en las colas...
"No es mi culpa, jamás"
Los vampiros jamás cometen errores, nunca se equivocan y sus motivos siempre son puros. “Otras personas se aprovechan de ellos de forma injusta.” Los vampiros no asumen la responsabilidad de su propia conducta, en especial cuando conduce a consecuencias negativas.
"Lo quiero ahora"
Los vampiros no esperan.
"Si no me salgo con la mía, me da una rabieta"
Cuando no se salen con la suya, son capaces de crear una imponente serie de desdichas para las personas que les han negado algo. Son explosiones emocionales manipuladoras. Muchas de las cosas irritantes que hacen cobran sentido cuando se las considera como rabietas.
¿Quien es la víctima y quien el vampiro en esta historia?
ResponderEliminarCualquie persona puede ser la victima o el vampiro
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