9 de febrero de 2010


Abro los ojos. Miro el reloj. Mediodía en la calurosa city. Que placer es levantarse sin el violento chillido de la alarma. Aún tapado y disfrutando del aire que me acompaño toda (?¿) la noche voy incorporándome a esta cotidianeidad tan pero tan mía.

Y no se por qué es que a estas horas, con el clima urbano tan poco amigable me pongo a pensar en TODO lo que me está pasando. Es extraño. La Vida. El fluir de los acontecimientos. Y me encuentro compartiendo momentos my bonitos con viejas amistades y con nuevas y prometedoras.


Me endulzan con la dulzura trágica de lo que viven, lo que piensan , lo que sienten. Y lxs endulzo.


Con esa dulzura amarga que nos ofrece el existir y su apasionante sinsentido. Y compartimos.Noches de invierno en la ciudad vacia y contenedora. Charlas amenas en algún banco de plaza. Pelis en alguna casa extraña.Drogas.Musica.Cama.Y puede que haya expectativas que no interfieran con nuestro relacionarnos.

Porque nos conocemos, o nos estamos conociendo desde perspectivas tal vez más inéditas.La ansiedad que intenta no fastidiar momentos irrepetibles.Estoy siendo. Soy estando.

Esta nueva piel mia que tengo el deseo de compartir con quien/es quieran compartir de verdad.Es precioso empezar el día con la dulce tristeza de la alegre esperanza aqui y ahora.


Estoy tranquilo.Aunque muy muy inquieto.

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